viernes, 11 de febrero de 2011

Pasará

Pasará. Eso canta Javier Ruibal, en pleno delirio de su cordura. Pasará.

Que pasará, eso ya lo sé. Eso ya lo sabemos. Porque todo pasa. Pasó el sufrimiento de Bibi Aysha. Pasó la muerte de mi tía, el año pasado.  Pasó la caída de las torres gemelas, el tsunami del sudeste asiático, las cuatro glaciaciones, la guerra de Irak.

Pasará. Y después, ya la memoria tan  sólo recuerda vagamente aquello que pasó. O lo recuerda, pero ya no le duele. O le duele, pero ya no tanto. O se le ha olvidado por completo.

Pasará. Pero mientras pasa, la vida se hace eterna, y cuando ha pasado, aquello sólo fue un suspiro.

Qué es la felicidad? Lo pregunto desde el punto de vista de una niña inocente, a quien se le deja hacer esa clase de preguntas.

Pasará. Pero mientras pasa, ay, el corazón se ahoga en la garganta, mientras pasa. Y la felicidad se escapa por entre los dedos, y se convierte en nada.


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