jueves, 12 de julio de 2018
Te quiero ver otra vez
Una pizca de sal aquí y allá,
el reflejo del mundo en tus pupilas,
un abrazo encadenado al otro,
y el mar salado en tu piel.
Me quedé con ganas de verte de nuevo.
La libertad se gana,
no se pierde.
Me viene a la mente.
También me viene a la mente cómo,agazapado y dulce,
(no entiendo cómo se puede saber a azúcar
en medio del mar),
tus silencios se hacían mundos.
Si Dios existe,
me decía,
se parecerá a ti:
a este momento que me llena el ansia,
por el que vale la pena
haber sufrido tanto.
Si Dios existe
se parece a ti:
es un instante glorioso,
un momento de furia,
una sensación de amor
que lo inunda todo,
desde el infinito del micro
al macrocosmos,
un canto a la suerte,
a la diosa fortuna.
Ahora entiendo
la vieja mitología.
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